Dí un paseo por todos sus blogs maestro; éste de las ilustraciones es el que más me gustó. Saludos desde la más distante aún ciudad de Lincoln, pcia de Buenos Aires. Si gusta, pase por mi blog. Saludos!
Ayer estuve en un evento en donde dialogaron el Menchi con Crist acá en Cba, y después tocó la Small Jazz Band con la presencia estelar del clarinete de Sábat. Estuvo bárbaro, entre las anécdotas que contaron sobre sus amigos dibujantes, hablaron de vos un rato, todas maravillas como que eras un tipo realmente genial, y de tu amistad con Paul. Después me acerqué a saludar y entre la turba de señoras bien peinadas y periodistas, logré que me firmaran unos libros.
Como Hernán Cortés en México y Alejandro Magno en las costas de Fenicia, yo quemé las naves cuando me casé con la Paula, el Gran Amor de mi vida, y nos fuimos a vivir (por diez larguísimos años, la puta madre, ¡cómo me dolieron!) a las ventosas desolaciones de la provincia de Río Negro, al pie de la Sierra Grande. ¡Mierda, qué duros fueron los primeros meses! ¡Qué duros, compañero! ¡Si habremos llorado con la Paula! Tirados en el suelo, abrazados en la cama, hundidos hasta el cuello en el agua tibia de la bañera. ¡Cómo extrañábamos a la familia, a los amigos! A las tardecitas de Buenos Aires que, como dice Horacio Ferrer en Balada para un loco, tienen ese qué sé yo, ¿viste? Yo recordaba todo. Sí, todo lo recordaba. ¿Cómo no iba a recordar? El obelisco recortado en la distancia, las librerías de la calle Corrientes, los cines de Lavalle a la medianoche, los caminantes de Florida a las cinco de la tarde, las muestras de arte del Centro Cultural Recoleta, la charla con los amigos en los bares y cafés de la Avenida de Mayo, las palomas de la Plaza de los Dos Congresos, el teatro San Martín, los bosques de Palermo después de una tormenta de verano, la fainá y la fugazza con queso de Las Cuartetas, las empanadas de carne, los ravioles de espinaca con salsa blanca y los ñoquis del 29 de mi vieja, el asado de mi viejo los domingos al mediodía, el olor a pasto recién cortado del jardín de mis abuelos, la Feria de Antigüedades, los boliches de tango y jazz, y las calles angostas y empedradas de San Telmo... ¡Tantas cosas! Cuando cruzamos el río Negro a bordo del 4 L, compañero, yo me sentí como Julio César cruzando el Rubicón. Entonces la miré a la Paula y le dije: Alea jacta est. Ante la mirada de desconcierto de mi amada, agregué: «La suerte está echada». ¡Qué días aquellos, compañero! ¡Qué días!
Me acuerdo haber oido un tango italiano cantado en latin que en lugar de "Chan-Chan" terminaba "Alea Jacta Est!"...Es verdad, Galleta, se llamaba "Vademecum Tango".
Justamente habia hablado por telefono con Menchi el Martes o el Miercoles. Me conto que habia vuelto de Rio de Janeiro pero no me dijo nada de Cordoba. Las señoras bien peinadas son una plaga!
Qué potente.
ReplyDeleteMickey parece estar esperando, con cara de embole, a que el mozo le traiga el pan de una vez, para poder comerse el queso.
After a kick in the arse?:o)
ReplyDeleteAs usuale amazing!:o)
Dí un paseo por todos sus blogs maestro; éste de las ilustraciones es el que más me gustó. Saludos desde la más distante aún ciudad de Lincoln, pcia de Buenos Aires. Si gusta, pase por mi blog. Saludos!
ReplyDeleteme gusta ese efecto fotocopia.
ReplyDeleteAyer estuve en un evento en donde dialogaron el Menchi con Crist acá en Cba, y después tocó la Small Jazz Band con la presencia estelar del clarinete de Sábat. Estuvo bárbaro, entre las anécdotas que contaron sobre sus amigos dibujantes, hablaron de vos un rato, todas maravillas como que eras un tipo realmente genial, y de tu amistad con Paul.
Después me acerqué a saludar y entre la turba de señoras bien peinadas y periodistas, logré que me firmaran unos libros.
Oscar:
ReplyDeleteComo Hernán Cortés en México y Alejandro Magno en las costas de Fenicia, yo quemé las naves cuando me casé con la Paula, el Gran Amor de mi vida, y nos fuimos a vivir (por diez larguísimos años, la puta madre, ¡cómo me dolieron!) a las ventosas desolaciones de la provincia de Río Negro, al pie de la Sierra Grande. ¡Mierda, qué duros fueron los primeros meses! ¡Qué duros, compañero! ¡Si habremos llorado con la Paula! Tirados en el suelo, abrazados en la cama, hundidos hasta el cuello en el agua tibia de la bañera. ¡Cómo extrañábamos a la familia, a los amigos! A las tardecitas de Buenos Aires que, como dice Horacio Ferrer en Balada para un loco, tienen ese qué sé yo, ¿viste? Yo recordaba todo. Sí, todo lo recordaba. ¿Cómo no iba a recordar? El obelisco recortado en la distancia, las librerías de la calle Corrientes, los cines de Lavalle a la medianoche, los caminantes de Florida a las cinco de la tarde, las muestras de arte del Centro Cultural Recoleta, la charla con los amigos en los bares y cafés de la Avenida de Mayo, las palomas de la Plaza de los Dos Congresos, el teatro San Martín, los bosques de Palermo después de una tormenta de verano, la fainá y la fugazza con queso de Las Cuartetas, las empanadas de carne, los ravioles de espinaca con salsa blanca y los ñoquis del 29 de mi vieja, el asado de mi viejo los domingos al mediodía, el olor a pasto recién cortado del jardín de mis abuelos, la Feria de Antigüedades, los boliches de tango y jazz, y las calles angostas y empedradas de San Telmo... ¡Tantas cosas! Cuando cruzamos el río Negro a bordo del 4 L, compañero, yo me sentí como Julio César cruzando el Rubicón. Entonces la miré a la Paula y le dije: Alea jacta est. Ante la mirada de desconcierto de mi amada, agregué: «La suerte está echada». ¡Qué días aquellos, compañero! ¡Qué días!
Saludos.
Me acuerdo haber oido un tango italiano cantado en latin que en lugar de "Chan-Chan" terminaba "Alea Jacta Est!"...Es verdad, Galleta, se llamaba "Vademecum Tango".
ReplyDeleteJustamente habia hablado por telefono con Menchi el Martes o el Miercoles. Me conto que habia vuelto de Rio de Janeiro pero no me dijo nada de Cordoba. Las señoras bien peinadas son una plaga!
Ahhh. El efecto fotocopia es simplemente hacer el "scan" a Bitmap y de ahi pasarlo a "grayscale"...
ReplyDeleteOscar:
ReplyDelete¡Acabo de oírlo en Youtube! ¡Un tango italiano cantado en latín!
¡Aaaay, vademeeecum tango!
¡¡¡Qué maravilla!!!
Saludos.