très bien muchos detalles y personajes inolvidables, y conocí a Muñoz, un valiente que montó una expo "solito"... Le ofrecieron los franceses montar una expo de él a modo de retrospectiva, enorme muestra y el dijo "no, mejor dejamos mi obra en un pabellón y hacemos una muestra de historieta argentina que me nutrió desde que nací". Le dijeron "ok (o "oui", no sé) y les pidió guita y ayuda a la secretaría de cultura de argentilandia y le dijeron "no" (o "non", no sé). Entonces los mandó al carajo y la armó con ayuda de amigos, contactos de contactos que lo nutrieron de originales de divito, ferro, quinterno, breccia, battaglia y un larguísimo etcétera. Sumado a eso, unos cuántos valores (y no tanto) de la historieta argentina más actual (y desactualizada). Todo eso envuelto en una gloriosa y emotiva escenificación de lo que fue su barrio: un quiosquito con revistas añejas y estupendas, un patio con piletita y canilla y baldosas de antes, un piano de su viejo y un bar simulado que perteneció a su padre, con mesitas afuera... en fin, toda una puesta en escena de lo que podría ser un conventillo patrio. Además, originales de su último libro acerca de gardel. Para chuparse los dedos (sin manchar)
aero-líneas de alto vuelo!
ReplyDeleteWelcome back, Ed...Como te fue?
ReplyDeleteI love it when you draw like this.
ReplyDeletetrès bien
ReplyDeletemuchos detalles y personajes inolvidables, y conocí a Muñoz, un valiente que montó una expo "solito"...
Le ofrecieron los franceses montar una expo de él a modo de retrospectiva, enorme muestra y el dijo "no, mejor dejamos mi obra en un pabellón y hacemos una muestra de historieta argentina que me nutrió desde que nací". Le dijeron "ok (o "oui", no sé) y les pidió guita y ayuda a la secretaría de cultura de argentilandia y le dijeron "no" (o "non", no sé). Entonces los mandó al carajo y la armó con ayuda de amigos, contactos de contactos que lo nutrieron de originales de divito, ferro, quinterno, breccia, battaglia y un larguísimo etcétera. Sumado a eso, unos cuántos valores (y no tanto) de la historieta argentina más actual (y desactualizada). Todo eso envuelto en una gloriosa y emotiva escenificación de lo que fue su barrio: un quiosquito con revistas añejas y estupendas, un patio con piletita y canilla y baldosas de antes, un piano de su viejo y un bar simulado que perteneció a su padre, con mesitas afuera... en fin, toda una puesta en escena de lo que podría ser un conventillo patrio.
Además, originales de su último libro acerca de gardel.
Para chuparse los dedos (sin manchar)
Grande Munioz!!
ReplyDeleteQué frescura de dibujos, caray. Muy lindos.
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